¿Qué pasa si Milei pierde el plebiscito bonaerense?

POR: ERNESTO BISCEGLIA – www.ernestobisceglia.com.ar

Si sólo vas a leer esto, quedate con estas ideas.

Una eventual derrota de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires el próximo 7 de setiembre, podría marcar un punto de inflexión político. Aunque se trate de una elección local, una caída en el principal distrito electoral del país tendría alto impacto simbólico y político, debilitando la percepción de fortaleza del oficialismo.

La oposición aprovecharía el resultado como plebiscito del rumbo económico y social, desafiando la legitimidad del “plan motosierra” y de las reformas impulsadas desde el Ejecutivo. Además, expondría fracturas internas y pondría en discusión el liderazgo de Karina Milei y de figuras como Martín Menem, Luis Caputo o Manuel Adorni.

El escenario también podría condicionar el debate legislativo y el clima electoral de cara a octubre, alentando la reorganización del peronismo y de otras fuerzas provinciales. En definitiva, una derrota bonaerense significaría mucho más que una municipal: revelaría límites en el experimento libertario y abriría el juego para nuevos realineamientos políticos.

Pero si querés entenderlo a fondo, seguí leyendo.

Todo “venía bien” para el presidente, Javier Milei, hasta que apareció la elección del 7 de setiembre próximo, donde quizás haya sido un error del “Javo” involucrarse tan personalmente. Tal vez, lo haya hecho porque en rigor se juega además de la puja con el kirchnerismo residual de Axel Kicillof, una interna puertas adentro con el PRO. Sabemos que Milei apuesta por Néstor Grindetti (léase, Bullrich, Macri, Milei), contra Cristian Ritondo, “pollo” de Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta.

Esto se ha convertido en un problema para Milei, porque esa elección ya tiene alcance y lectura nacional, y en el interior hay expectativa por el resultado, ya que si el oficialismo libertario pierde en Buenos Aires, el “fenómeno Milei” perdería volumen político, es decir, se desinflaría un poco. Un poco en términos de la tensión electoral de octubre, en realidad, es mucho.

Y esto porque el voto libertario tiene hasta ahora una gran carga emocional. El grueso del votante de La Libertad Avanza, no tiene idea de quiénes son los candidatos. Votan con el subconsciente –y el inconsciente también-, en “contra de”. Una dicotomía que en los hechos no existe porque aquí no cayó ninguna casta, por el contrario, se fortaleció y el ajuste lo está pagando el Pueblo. Y es lejos, el más caro de la historia.

Un resultado negativo en Buenos Aires, erosionaría el mito del “Milei invencible” y descascararía ese apoyo masivo ciego.

El impacto directo sería sobre el plan económico

El gobierno que criticó al kirchnerismo, también tiene su propio relato: “El ajuste va bien” y “Vamos camino a ser Alemania”. Lo que no dicen es qué distancia estamos de Berlín. Creo que los rusos tardaron menos en llegar durante la Segunda Guerra Mundial. Pero en los hechos –como ya lo están marcando las encuestas-, esa narrativa se está debilitando y una derrota en el distrito más importante del país sería un grave indicador de que la recesión está golpeando fuerte. No comprenden que la gente no come vidrio.

Perder en Buenos Aires, podría ser también causa de la eyección definitiva de Luis Caputo, a quien sólo Milei estaría sosteniendo porque la figura del ministro está en equilibrio inestable.

Javier Milei, perdería el “Momentum”

Otra consecuencia sería la pérdida del relato épico, la demostración de que las “Fuerzas del Cielo” estarían más ocupadas por lo que pasa en Medio Oriente o en Ucrania que lo que ocurre en Buenos Aires con sus “elegidos”. Y sería lógico, si no pueden estabilizar a su propio país, menos van a poder “liberar a Israel”. Los dioses, como la gente, tampoco comen vidrio.

A nivel político, se descalabrarían las alianzas y el acuerdo con Mauricio Macri, que está apenas hilvanado se cortaría.

Una oportunidad para la oposición

La lectura inmediata que haría el kirchnerismo y el resto de la oposición de una derrota del mileísmo sería que el plebiscito salió negativo, lo cual renovaría un relanzamiento de Sergio Massa, de Kicillof y fortalecería al peronismo federal que se sentiría con fuerzas para competir en octubre. De hecho, en las redes sociales ya circula a modo de operación psicológica –algunos con la marcha peronista de fondo- el anuncio “Milei ya fue”. No aprenden que cuando el peronismo sale de la modorra y se organiza es más peligroso que acariciar a una cascabel.

Consecuencias internas

Se potenciarían las investigaciones sobre el caso Libra. Justo –si es que la casualidad existe-, se acaba de publicar que Milei, habría actuado con nombre falso en ese asunto bajo el apelativo de Julián Peh, un ciudadano chino (¡Y Milei que decía que no iba a transar con los chinos!).

La tensión a nivel de gabinete se potenciaría, Karina Milei, se vería cercada y más expuesta, y del tono mesiánico  del discurso seguramente se pasaría a la victimización por un supuesto fraude.

Del equilibrio fiscal al desequilibrio emocional y de mercado

Por más que intentan maquillar la situación, los mercados están nerviosos. Grandes Firmas están dejando el país y el desempleo crece como una mancha de aceite. Lo mismo el consumo que sigue cayendo.

Entonces, a modo de hipótesis, podríamos hacernos las siguientes preguntas:

¿El pánico alcanzaría a los mercados?

¿Qué pasaría con los bonos y la tasa de interés?

¿El dólar, escaparía del techo de la banda?

¿Se profundizaría la impresión en la sociedad de que el presidente Milei, se ha debilitado?

En síntesis

Una derrota en Buenos Aires, le “pincha el salvavidas a Milei en medio del río”. El noviazgo con su electorado podría verse resentido. El relato épico pasaría de la Torá a un libro de autoayuda.

Y lo más grave para La Libertad Avanza, que los leones terminarían maullando como gatos con hambre.

En política no se gana con likes ni con lives: se gana con poder real. Y si Buenos Aires le da la espalda, Milei tendrá que aprenderlo por las malas.-