POR: ERNESTO BISCEGLIA – www.ernestobisceglia.com.ar
La poesía no sólo es descriptiva de las emociones humanas sino que puede también ser reflexiva, filosófica, como en el caso del poema del autor mexicano, Amado Nervo. En efecto, “Vida, estamos en paz”, representa la reconciliación íntima del poeta y por extensión de todos aquellos que la leemos.
En “Vida, estamos en paz”, el poeta mexicano Amado Nervo condensa una de las confesiones más serenas de la literatura hispanoamericana: la aceptación de la existencia sin reproches. El poema, escrito con la cadencia mística y contenida que caracteriza su etapa final, plantea un diálogo con la vida —casi una plegaria laica— en el que el yo poético reconoce que ha recibido tanto como ha dado, y que no guarda queja alguna al cerrar su ciclo.
Es, en suma, un texto de agradecimiento y equilibrio, donde la resignación se vuelve sabiduría.
Amado Nervo en dos pinceladas
Amado Nervo (1870–1919) fue uno de los grandes nombres del modernismo hispanoamericano. Nacido en Tepic, México, ejerció como periodista, diplomático y escritor. Su obra —marcada por la espiritualidad, la introspección y una sensibilidad casi musical— oscila entre la melancolía, el amor idealizado y la búsqueda de lo trascendente.
Su libro La amada inmóvil, escrito tras la muerte de su compañera Ana Cecilia Dailliez, lo consagró como un maestro del tono elegíaco.
Murió en Montevideo siendo embajador de su país, y su sepelio continental lo convirtió en una figura venerada en toda América.