REDACCIÓN – www.ernestobisceglia.com.ar
Se le advirtió al operador del oficialismo encargado de la zona que no debía “pegar” a la hoy senadora nacional electa, Flava Royón, ni al hoy, diputado nacional electo, Dr. Bernardo Biella, a la figura de la intendente de Cafayate, Rita Guevara, ya que el descrédito popular que la envuelve sería un ancla atada a los pies. No escucharon.
No uno, sino varios videos publicaron de la ing. Royón con la Guevara. Incluso, se organizó una capacitación en el cine con el Dr. Biella, donde la intendente apareció como protagonista. Eso fue una imprudencia amén de un acto mala praxis y de mala prensa.
Sumado a eso, los fondos provistos por el gobierno para la campaña que habría recibido el municipio, no habrían sido utilizados a esos fines. No extrañaría que así fuera pues la intendente Guevara cursa el inicio de un pedido juicio político y destitución promovido por el Concejo Deliberante en pleno, además de una pronta denuncia por una cantidad de posibles delitos penales en que podría estar incursa.
Pese a las advertencias, algunos funcionarios pensaban que “Rita arrasaba”, y que después de esta elección consolidaría su posición, y había otros que hasta mostraron su disgusto por las acciones llevadas adelante por el Concejo Deliberante, denunciando el posible desfalco de las cuentas públicas de Cafayate.
La caída se venía venir. Los síntomas del alejamiento de la gente de la figura de la intendente Guevara, se cristalizaron con la exigua cantidad de más o menos 30 personas que asistieron al acto de cierre de campaña en la improvisada sede que sería un negocio de un funcionario con intereses en la gastronomía que además le facturaría al municipio.

En el interín, sonó el teléfono del concejal, Gabriel Meisner, pidiéndole desde el oficialismo que ayudara en la campaña, a lo que accedió. Meisner, hizo lo que sabe hacer, lo mismo que la hormiga, caminar llevando al hombro a Royón y a Biella. En las mesas de Tolombón y Yacocuya, que estuvieron a cargo de Meisner, “Primero los salteños”, ganó.
Las operaciones políticas de algún periodista que buscó enemistar al Concejo Deliberante con el gobierno provincial, no tuvieron ningún resultado, porque como diría Perón: “La única verdad es la realidad”, y esta ha demostrado quien trabaja y quienes viven del Estado.
Distinta fue la situación en el municipio vecino de San Carlos, donde su intendente, María del Carmen Vargas, ha demostrado compromiso y transparencia en su gestión y donde los resultados patentizan su cercanía con los vecinos, como lo demuestra el cuadro de resultados:

En síntesis, la mala gestión, el pedido de juicio político y las causas que se avecinan, ponen a la intendente, Rita Guevara, en un equilibrio inestable. Porque quedó demostrado que no tiene ningún peso político que le sirva al gobierno provincial, el pueblo de Cafayate ha retrocedido en tiempo y espacio (sobre todo turístico) y además, la gestión tiene más manchas negras que un dálmata.
¿Game over?
