¿Para qué moños nos sirve Güemes así? El fracaso de los gobiernos de Salta en aplicar una pedagogía de la Gesta Güemesiana

POR ERNESTO BISCEGLIA – www.ernestobisceglia.com.ar

A sabiendas de la urticaria que estas líneas provocarán en el gueto güemesiano de Salta, esos cenáculos de ilustrados -algunos más bien lustrados en su calvicie-, hemos de manifestar una inquietud que hemos expuesto en repetidas oportunidades, más allá de que uno es consciente de las nuestras siempre son palabras echadas al Pozo de Ayrón, porque los gobiernos de Salta, últimamente son como esos tres monos: no ven, no escuchan y tampoco hablan. Que los cargos públicos estén repletos de monos y monigotes, es otro tema, claro.

Transitamos el “Mes Güemesiano”, donde afloran los funcionarios y se hace notoria la también la diferencia entre asesores y asesoretes que componen el gesto adusto, apropiado a la solemnidad que ha de mostrarse frente a los Bronces históricos, con voleo de ponchos colorados y discursos reciclados -el mismo del año anterior y del anterior; total, quién se acuerda-; exaltación de virtudes patrióticas y cívicas, y una frase corajuda: “Tenemos que parecernos al Prócer” (¿?). Todavía no sabemos en qué pretenden parecerse, pero bueno…

Por lo menos, parece ya haber amainado la furia de sembrar bustos y placas por la provincia y el país. Todos quieren tener la foto al lado del busto de Güemes y del mandante de turno. De hecho, quien escribe estas líneas tiene la suya junto al ex gobernador, Juan Manuel Urtubey, en oportunidad en que descubrimos un busto en Antofagasta. Sí, allá está el pobre Güemes, solitario. Por lo menos tiene en frente el mar, las gaviotas y los pelícanos para entretenerse.

La cosa es que, mucho homenaje, banda militar, gauchos y desfile, pero el Pueblo, de la Gesta Güemesiana no sabe absolutamente nada. Desde los tiempos del “gobierno” de Urtubey se vienen gastando fortunas -algún par de cientos de millones por los cuales jamás se respondió a los pedidos de informe reclamados desde la Cámara de Diputados- en mantener una troupe que jamás bajó nada para ilustrar al Pueblo, ni siquiera a la docencia en esta materia.

Todavía se le adeuda al Prócer Gaucho una cátedra específica en todos los niveles. Los bustos, las placas y los desfiles no enseñan, por eso, en el imaginario colectivo general, todavía se sigue repitiendo la falacia de que al General Güemes lo mataron por estar en la cama equivocada.

Falta construir una conciencia popular profunda sobre la figura y la obra de Güemes

Existen grandes vacíos de conocimiento sobre la Gesta Güemesiana y Belgraniana. Toda una deuda con un Pueblo en cuyo territorio se libraron TODOS los combates que le dieron la Libertad y la Independencia, no sólo a nuestro país, sino a toda la Sudamérica.  Pero sin una pedagogía profunda, el homenaje se transforma en olvido maquillado.

Porque tenemos preguntas que el común no sabe responder. Por ejemplo ¿Qué hubiera ocurrido si el General Manuel Belgrano perdía la Batalla del 20 de Febrero de 1813? Hoy estaríamos contando otra historia con otra bandera. ¿Por qué el General Güemes no estuvo en esa Batalla? Y cuando desde el poder se escucha decir “Tenemos que parecernos al General Güemes”, nos preguntamos ¿Conocen la obra política que desarrolló Güemes durante su gobierno? Fray Honorato Pistoia, en su Libro “El pensamiento político del General Güemes”, señala que “Güemes no sólo fue un gran estratega, sino y sobre todo un reformador social” ¿Conoce el Pueblo que el “Fuero Gaucho” -por ejemplo-, fue inspirador de la primera ley social del siglo XX, el “Estatuto del Peón Rural”, sancionado por el General Perón?

¿Sabemos que Güemes fue proclamado gobernador por aclamación popular? La Patria tenía entonces apenas cinco años de vida y fue el primer gobernador elevado al poder por una movida popular, algo que no volvería a ocurrir sino hasta 1945. ¿Sabemos que fue el primero en promover la igualdad, la inclusión y la equidad social? ¿Sabemos que fue el primero en darle protagonismo a la mujer, en una sociedad colonial y patriarcal?

¿Conocemos la obra pedagógica y rural del General Manuel Belgrano en su paso por las provincias del Norte? Interesante sería que se enseñara, por ejemplo, el “Reglamento” que él mismo redactó para las escuelas que mandó construir con el premio de 40.000 pesos oro por sus triunfos de Tucumán y Salta. Allí Belgrano, dice: «El Maestro es el funcionario más importante de la comunidad y debería ganar lo mismo que el ministro». Cuenténnos cuánto gana el/la ministro del área y

Nadie conoce el legado belgraniano en Salta, escenario que representó el pináculo de su gloria. No, no sabemos nada. Desconocemos el intercambio epistolar entre Belgrano y Güemes, tan rico en datos históricos. Tampoco sabemos que Güemes fue la piedra angular sobre la que el General José de San Martín, pudo organizar su gran Cruzada por los Andes hasta el Alto Perú. Y así, tantísimos datos más que enriquecerían la identidad salteña. El poncho, debe estar teñido de conocimiento también.

Güemes no es para desfilar y lucirse. Güemes es para pensar.

En definitiva, estamos huérfanos de una política güemesiana y belgraniana oficial. Una política que desarrolle textos, encuentros, congresos incluso. Aún recordamos el Congreso sobre Güemes que se realizó desde la Municipalidad de Salta cuando era intendente, Miguel Isa. Con académicos de los países limítrofes y la presencia del Dr. Félix Luna. De ese evento resultó un Libro de Actas con un material extraordinario. ¿No hay nadie en el gobierno que pueda organizar algo así?

El Gauchaje salteño siente devoción por la figura de “Nuestro General”. Estos ilustres funcionarios y los ilustrados, no recorren el polvo de los pueblos para palpar el espíritu güemesiano que vive en los gauchos. Sin embargo, es un mundo abandonado por las políticas oficiales. Un universo social donde hay artesanos que bruñen la plata, trabajan el cuero, mujeres que cultivan la cocina criolla, la música, la poesía y la danza nativa.

Supe presentar un Proyecto para trabajar ese espacio social, pero evidentemente, la carpeta duerme el sueño de los justos y los injustos en algún cajón esperando ser cobijo de las arañas o comida de los roedores.

¿Tenemos que continuar siendo los privados, con nuestro propio esfuerzo, los que sigamos investigando, publicando y viajando a sembrar semillas de nuestra historia por aquí y por allá? Sin NINGÚN apoyo de los gobiernos. Que ya ni lo pedimos porque sabemos de antemano que el NO ya lo tenemos. Simplemente porque hay asesoretes que se han apropiado de los Próceres y al parecer temen ser desplazados sabiendo que no podrán representar su acto de pavos reales. Bah, de pavos, nomás.

Diría más, porque saben que no podrán vivir de otra cosa que no sea el sueldo del Estado. Discapacitados laborales, impedidos de pensar en hacer algo privado.

Pero, Nosotros, los combatientes del Conocimiento y la Libertad, continuaremos bregando por hacer, decir, publicar, en cuanto podamos. Por lo menos, mañana, podremos decir con tranquilidad de conciencia que “Por lo menos, lo hicimos”.

Alguien se admirará de la franqueza de estas líneas. Otros montarán en cólera (Porque es lo único que saben montar, porque hablan de Güemes pero sólo saben que los caballos tienen cuatro patas), más motivados por la envidia y la propia frustración de saberse incapaces de hacer ni el 1% de lo que otros, solos, sin el Estado, ya hicimos.

Pero bueno…, como diría Sarmiento: “Venimos con los puños llenos de verdades”. –