POR REDACCIÓN – www.ernestobisceglia.com.ar . – La historia es cíclica, se repite aquí y allá en momentos y hasta en personajes similares. Y la pregunta trasciende desde lo recóndito de la historia occidental y cristiana, cuando puesto el pueblo a elegir entre Jesús y el ladrón Barrabás, por amplia mayoría se inclinó por el segundo.
En estas elecciones que tendrán lugar en pocas horas más, en el departamento de La Caldera, que incluye al municipio de Vaqueros, se pone a consideración votar a quien tiene su “Ficha limpia”, presentada y demostrada, y a quien tiene prontuario en lugar de currículum. El problema de fondo ya no es político sino, si se quiere, filosófico, ético y moral.
Claro, lamentablemente, estas últimas suelen ser disciplinas que los pueblos no manejan, no comprenden e incluso hasta desconocen. Más en estos tiempos de confusión. Luego, puestos a elección hay dos modelos políticos y dos modelos de persona.
La lógica más elemental indicaría que para votar a un líder o representante, se debe elegir lo mejor, según aconsejaría Platón; pero, sin embargo, como una espada de Damocles, pende siempre la duda y la posibilidad de que la gente elija a Barrabás. ¿Qué mecanismos perversos son los que llevan a elegir al malhechor en lugar de al vecino decente?
¿Será la memoria corta? Que hace olvidar cómo se tributaron engaños y promesas jamás cumplidas, a excepción de amigos… En fin, visto así, al fin de cuentas, Barrabás, terminaría siendo el “Niño Elegante”.
Como se ve -repetimos-, no se trata de un problema político, sino ético y moral. Y de hecho, hilando más fino y por extensión del concepto, siendo estas conductas descritas tachadas como actos inmorales, entonces, podría el lector hasta preguntarse ¿Los que votan a personajes siniestros, comparten su calidad de inmorales?
En pocas horas más, se sabrá si los vecinos del Departamento de La Caldera, han evolucionado, o continúan como hace dos mil años, eligiendo a Barrabás. –