REDACCIÓN – www.ernestobisceglia.com.ar
Y si…, ahora que el experimento terminó y el laboratorio voló por los aires, parece que llegó el momento de devolver el PJ de Salta a sus legítimos afiliados. Sí, así como suena: después de esta que será la última aventura fallida de Juan Manuel Urtubey como candidato a senador nacional, lo más sensato sería hacer lo mismo que uno hace cuando algo no funciona: devolverlo.
La excelente performance -e inesperada- de Javier Milei, es la peor noticia que podía recibir el kirchnerismo que en el día de ayer ingresó en fase de extinción clínica.
El último arresto del kirchnerismo en Salta fue la jugada tejida con Cristina Fernández: quedarse con el PJ, limpiar a los verdaderos peronistas y lanzar a Urtubey como presidenciable, incluso como eventual rival de Kicillof. Pero el tiro salió por la culata.
Con el resultado de las urnas se hundió la pretensión de llegar al Senado de Urtubey, y también se hizo añicos su viejo sueño de ser candidato a presidente. A la vez, en el orden nacional, la ilusión de ver a un Axel Kicillof en la carrera por el Sillón de Rivadavia, también ha fenecido. Obviamente, el país y la provincia de Salta no quieren saber más nada con el kirchnerismo, cosa que nos halaga profundamente.
Habíamos anticipado oportunamente también, que uno de los fallecidos en esta elección sería Sergio “Oso” Leavy, que termina su ciclo junto con su Partido de la Victoria. Ni siquiera para volver como intendente de Tartagal le quedó resto.
La pregunta es sencilla: ¿qué hacemos ahora con el PJ de Salta?
La respuesta también lo es: devolver a los peronistas de verdad. Reponer a sus autoridades legítimas… ¡Ah, devolver los cientos de millones que circularon este tiempo! Pero creo que más probable es el retorno de Jesucristo que ver a un kirchnerista mostrando un balance honesto.
Ahora, en el supuesto de que devuelvan el PJ Salta a sus afiliados -raro ver a un kirchnerista devolviendo algo, excepto que no le sirva-, surge otra pregunta más: ¿Qué van a hacer los peronistas con el PJ cuando lo tuvieran de vuelta?
Por fin, nos acucia la glándula pineal, una pregunta más: ¿Podrán hacer algo útil a la democracia con el partido? Es la respuesta más incómoda y que por hoy no tiene respuesta. –
