“¿A esto quiere darle Trump U$S 20 mil millones?»:  El “Rockstar” de la ultraderecha y el bochorno internacional

OPINIÓN – www.ernestobisceglia.com.ar

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Dicen que la política es el arte de lo posible. Pero en los tiempos de Javier Milei, parece haberse convertido en el arte de lo inverosímil. En el escenario de un auditorio con luces psicodélicas y gritos de fanáticos, el presidente argentino ofreció algo que osciló entre un recital de karaoke libertario y un experimento sociopolítico involuntariamente cómico.

El mundo lo miró, y no precisamente con admiración. Según versiones que circularon en Washington, la senadora Elizabeth Warren —una mujer que encarna lo opuesto ideológico de Milei— habría exclamado, tras ver las imágenes del espectáculo:

“¿A esto es a lo que Donald Trump quiere darle 20 mil millones de dólares?”

Más allá de si la frase fue textual o no, la pregunta sintetiza el estupor general. No se trató de una presentación académica, ni de un discurso de estadista: fue un bochorno global. Un presidente en trance místico con su propio ego, repitiendo consignas vacías ante un público perplejo, mientras en su país la inflación sigue su marcha y la pobreza no entiende de shows.

Milei, el economista que prometía refundar la Argentina con la lógica del mercado, ha terminado convertido en una caricatura de sí mismo: un performer que se aplaude solo, convencido de que gritar “¡Viva la libertad, carajo!” en inglés es una política de Estado.

Pero el episodio tiene un costado más profundo: la trivialización absoluta de la representación nacional. La figura presidencial —que alguna vez fue símbolo de respeto, autoridad y sobriedad— ha sido reemplazada por un influencer errático que mide su gestión en likes y reproducciones.

Y mientras los argentinos asistimos con asombro (o resignación) a esta puesta en escena global, el país se hunde en la irrelevancia. No hay proyecto industrial, ni política exterior, ni plan educativo. Solo una orquesta desafinada donde el director se cree Beethoven, pero toca con pandereta.

Quizás la senadora Warren no haya dicho exactamente esa frase. Pero, conociendo el contexto, bien podría haberlo hecho. Y millones de argentinos, incluso muchos que lo votaron, probablemente estarían de acuerdo con la pregunta.

Porque sí: ¿a esto hemos llegado?A un país que confunde un acto de gobierno con un recital, y la política con el entretenimiento.

Y mientras tanto, el mundo ríe.-