3I/ATLAS, separando la ciencia de la fantasía:  ¿Son alienígenas o es sólo un cuerpo estelar distinto?

INVESTIGACIÓN – www.ernestobisceglia.com.ar

Resumen: 3I/ATLAS atraviesa nuestro sistema solar y enciende la imaginación: ¿nave alienígena o solo un cometa extraño? Separar ciencia de mito nunca fue tan necesario.

Desde épocas muy remotas el hombre siempre ha buscado en el cielo señales de los dioses. Es interesante observar cómo en las redes sociales se propagan profecías a la carta, fulanos que anuncian desastres y “señales en el Cielo”. El problema, diremos así, es que las cosas que están ocurriendo en el mundo traen a la memoria aquellas palabras del Evangelio: “Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra angustia de las naciones, perplejas por el bramido del mar y de las olas. Los hombres desfallecerán de terror, temiendo lo que sobreviene al mundo, porque las potencias de los cielos serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube con poder y gran gloria. Cuando comiencen a suceder estas cosas, erguíos y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra redención.” (Lucas 21:25-28). Claro, de ahí a que al Mesías se le ocurra volver en este momento, hay un largo trecho. Y por otro lado, lo más probable es que seamos los humanos los que terminemos con el mundo antes que la furia de Dios.

El 3I/ATLAS: Cometa o Colectivo cósmico de alienígenas

También llamado C/2025 N1, porque es el tercer objeto interestelar confirmado que se detecta pasando por nuestro sistema solar, fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio de sondeo ATLAS en Chile y, tras análisis adicionales, se identificó que su órbita es hiperbólica, lo que significa que no está ligado gravitacionalmente al Sol; vino de fuera del sistema solar y tarde o temprano lo abandonará.

Desde su hallazgo, se ha convertido en foco de observaciones internacionales, especulaciones virales y debates científicos sobre su naturaleza. Esta nota periodística pretende exponer los datos más sólidos, diferenciarlos de rumores, y ofrecer contexto para entender por qué algunas personas sospechan lo “extraterrestre” más allá de lo natural.

La estructura exacta del núcleo: su densidad, morfología, si tiene fracturas, cuánto polvo la rodea, etc. Aun Hubble no puede ver directamente el núcleo sólido, solo la coma que lo rodea. Viaja a más de 200.000 km/h, y tendría comportamientos “anómalos”, como variaciones luminosas verdaderamente inusuales, aceleraciones no gravitatorias (por ejemplo, por expulsión de gas) que no estén bien explicadas todavía. Algunos estudios preliminares detectan actividad, pero aún no concluyen efectos sorprendentes.

Lo que circula en redes y los mitos más comunes

Cada vez más se divulgan videos afirmando que se trata de “»Es una nave alienígena / artefacto tecnológico» Muy baja La idea ha sido propuesta por figuras como Avi Loeb, pero no hay datos que sustenten características físicas artificiales (maniobras, estructuras detectables, señales extraordinarias). NASA y otros astrónomos la han descartado como hipótesis fuerte.

¿Qué tan probable es lo “extraterrestre intenso”?

Tomando todo lo anterior, lo más probable es que 3I/ATLAS sea un cometa interestelar con características inusuales, pero naturales. Su composición (hielo + polvo + gases) y comportamiento se alinean con lo que se conoce de cometas viejos o de entornos distintos al nuestro.

No hay pruebas, hasta ahora, de estructuras definidas artificiales, emisiones tecnológicas, señales inteligentes, ni maniobras que sugieran algo distinto a efectos físicos naturales.

Las anomalías detectadas (polarización rara, proporción de CO₂ alta, núcleo de tamaño incierto) son interesantes desde el punto de vista científico porque podrían ampliar lo que entendemos de los objetos interestelares, pero no constituyen evidencia de tecnología alienígena.

Ejemplos de lo que no conviene decir sin más verificación

Decir “NASA lo guarda porque descubrió vida alienígena”. O afirmar que “corta transmisión” u otro encubrimiento. Tampoco se debe usar estimaciones exageradas de tamaño sin aclarar el rango de incertidumbre (por ejemplo, decir “mide decenas de kilómetros” como si fuera algo seguro).

En resumen, 3I/ATLAS merece atención seria: es raro, es revelador y ofrece una ventana a materiales exteriores a nuestro sistema solar. En la historia de los cometas interestelares (‘Oumuamua, Borisov, etc.), cada nuevo objeto agregó algo inesperado. Este lo está haciendo también. Pero el salto a hipótesis de origen artificial no está respaldado hasta el momento por los estándares del método científico.

Conclusión

La presencia de 3I/ATLAS,  nos recuerda que el cielo sigue siendo un misterio, pero no todo misterio es un milagro. Entre señales en el cielo y teorías virales, la ciencia sigue siendo nuestra brújula. Y por fin, el Universo es extraordinario, pero la evidencia sigue siendo el único camino seguro para entenderlo. –