El insólito casting libertario de la diputada Orozco: “Del Dr. Chalita a la Dra. Chapita”

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POR: ERNESTO BISCEGLIA – www.ernestobisceglia.com.ar

Resumen: La política salteña vuelve a regalarnos un espectáculo insólito: un casting partidario con más de gimnasio y pasarela que de debate e ideas. La diputada Emilia Orozco parece haber convertido la sede libertaria en un reality show donde el requisito no es la capacidad intelectual ni la trayectoria, sino la medida de la cintura y la etiqueta de “gente de bien”. Una farsa tragicómica que desnuda el vaciamiento político en nombre de la “nueva” política.

En verdad os digo, que uno de pronto, siente que ya no transita por los caminos de la democracia sino que ha ingresado al Palacio de la Risa en un parque de diversiones. Los que tenemos algunos años recordamos aquel memorable “Parque del Dr. Chalita”, donde este pretendido facultativo de la risa anunció una vez que se presentarían “Los Cantores del Alba”, y al momento de abrir el telón apareció portando sendos gallos. Demás está contar el escándalo que siguió al hecho.

Paradojas e ironías de la vida, mi amigo, Gustavo Pantaleón, hijo de uno de los fundadores de aquel memorable conjunto folclórico, ha sido discriminado por la diputada, Emilia Orozco, en el parque libertario de la “Dra. Chapita”. Sean estas palabras un acto reivindicatorio de su persona, que podrá estar un poco desvencijado, con algún exceso de asado y unos tintos, pero que es muy buen tipo y sobre todo, muy honesto.

Bueno, pues, jamás imaginamos que el despropósito y el divague mental se aplicarían a la política, más precisamente en la novel expresión autotitulada “La Libertad Avanza”, que a esta altura de los acontecimientos viene demostrando que más que un partido político se parece cada día más a un cotolengo repleto de oligofrénicos. En el caso de la sucursal Salta de este “partido”, el sainete protagonizado por la diputada nacional, Emilia Orozco, podría titularse: “Del Dr. Chalita a la Dra. Chapita”.

El casting libertario

Siempre se dijo que los diputados nacionales salteños posan pie en Buenos Aires y se convierten en porteños, o al menos, las luces de la ciudad los deslumbran y algunas costumbres las adquieren. En el caso de la Orozco, mujer política mediática, si las hay; parece haber sido ganada por esta onda de los “Reality”, y será que pensó que la sede partidaria se convierta en un estudio donde los candidatos no se elijan por sus capacidades personales sino físicas.  El único gordo aceptado por la Orozco, se ve que es el “Gordo Dan”.

Así, ahora sabemos que el show morado en Salta se titula: Eligiendo al “Gran Hermano Libertario”, donde para llegar a la casa amarilla hay que superar un casting titulado “Operación Panza Cero”, donde los candidatos deben pasar de perfil por una estrecha portezuela, cosa que aquellos cuyos lípidos abdominales asemejen a la curvatura del planeta Tierra, son eliminados.

Esta versión moderna de aquella derecha conservadora, los prefiere rubios, altos, de ojos claros, onda Adonis. Muy arios, digamos. Ni Reinhard  Heydrich, tenía tantos condicionamientos para su Hitlerjugend.

El ridículo en tiempos modernos

Pero bueno, tal parece, en LLA salteña, conducida por la Orozco, la política no es debate de ideas sino un concurso de modelaje de pasarela.

Claro, que en la “política” actual, nada nos ha de sorprender, porque los candidatos llegan de modos muy diversos, menos por capacidad intelectual y Cursus Honorum, todo lo demás es válido. Los hay, por ejemplo, quienes llegan como los fantasmas, entre medio de las sábanas…; están los que vienen recomendados por algún club como wings,porque juegan “pegados a la raya”. También los que entran por la ventana, como colados de fiesta, sin invitación pero con hambre; los que se suben al colectivo equivocado, pero mientras tenga subsidio, siguen viaje como si nada. Y  ni hablar de los que llegan de rebote, como pelotas mal pateadas: nadie sabe de dónde vienen, pero ahí están, rebotando.

Vo te reí, pero es triste…

Mientras el mundo discute sobre inteligencia artificial, cambio climático, llegada de los alienígenas a bordo del 3I/Atlas, o cosas así, la Orozco, anda chequeando abdominales, pidiendo documento a los seguidores para ver si pueden entrar como portera de piringundines, o revisando si han puesto el “diezmo”…, bah, el 5% para la causa. Al menos son más baratos que los pastores.

Si, en la sucursal del “Parque de la Dra. Chapita” de calle Zuviría, parece que tienen las neuronas hechas un revoltijo porque un espacio que se vende como “libertario” discrimina por la biología y el cuerpo. Es una discriminación antropométrica, digamos.

Es que parece que en vez de armar listas de candidatos, la Orozco arma casting de verano en Mar del Plata en Playa Bristol. De ser esta la lógica para parar candidatos, tendrán que ir muniéndose de certificado de masa corporal, recomendación de un personal trainer de un gimnasio calificado y presentarse a las 8 de la mañana con el análisis del primer orín de la mañana.

Por este camino la sede del “libertarismo” salteño se parecerá más a un gimnasio low cost o una sucursal de ‘Vicky Xipolitakis School of Politics’. 

Como se comprueba, en Salta, para ser libertario y más todavía candidato, hay que tener menos de 30 años y ni un rollito. Les preocupa más qué tienen los aspirantes en la panza que en la cabeza. Eso explica muchas cosas.

La ironía moral: Sólo para “Gente de Bien”

Pero la cosa no termina allí. Para ser libertario en Salta, además de “fitness”, uno tiene que ser “Gente de Bien”, un concepto medieval que la Orozco parece cuantificar con un medidor portátil de pureza moral. Tal vez sea que la Orozco a leído a Diógenes de Sinope, que andaba por la ciudad de día, urgando en los rincones con una lámpara “buscando a un hombre bueno”. Diógenes pertenecía a la escuela de los cínicos, pero como en todo, hay cínicos y cínicos ¿Nocierto?

Que La Libertad Avanza, tenga líderes acusados de estafa piramidal, coimas al 3%, candidatos sospechados de recibir dinero narco, son apenas accidentes de trabajo. Nada importante. ¿Esa será gente de bien?

La duda que me orada el yeyuno es ¿Cómo se sabe que uno es gente de bien? Debo decir que este asunto me ha propuesto meditaciones metafísicas y teológicas, porque a mis años, he fundado la juventud del Partido Renovador, he participado con los radicales, concurro -bah, concurría al PJ, antes de que se los afane Urtubey, y jamás me pidieron certificado de “Gente de Bien”. ¿Será que en todos esos partidos había malandras, mal avenidos, sociópatas, mujeres casquivanas, y esa clase de ralea? ¿Por eso no pedían ser gente de bien?

Eso si, debo decir en honor a la verdad, que jamás vi en ninguno de esos partidos a nadie que anduviera por ahí ofreciendo su aparato genital a precios populares. En el barrio lo llamaban a eso «predicar con la bragueta abierta». Literal lo de ese émulo de Milkhouse.

Tengo un Certificado de Buena Conducta, expedido por el Ejército Argentino y un diploma como Socio Honorario de la Sociedad Protectora de Animales de Salta. Tengo todas las vacunas (menos covid) y lo único que tengo en demérito es un comentario del ex gobernador, Urtubey, que me dijo una vez: “Vos sos un provocador profesional”. Creo que esto último me descalifica para ingresar al Templo de la calle Zuviría. ¡Además de mis 62 años y 10 kilos de más! No, no puedo ser libertario. Pero ¿Seré gente de bien?

Orozco y la balanza electoral: No se mide por votos, sino por kilos

¡Qué alta es la vara para ser libertario en Salta! Poco menos hay que ser patricio romano. Si el peronismo fue la “Comunidad organizada”, lo de Orozco es la “Comunidad photoshopeada”.

Ya lo decía el poeta: “Llegarán tiempos tremendos para la humanidad. Tiempos, en que el cemento cubrirá las cosas de Dios. Tiempos, en que la mujer llegará a pensar… y lo que es peor ¡Llegará a hablar! He allí el ejemplo. Con la Orozco, esos tiempos han llegado.

Con la lógica de la Orozco, Manuel Belgrano no habría podido luchar y ganar la Batalla de Salta, porque estaba deformado por la hidropesía y era un tipo enfermizo. El General José de San Martín, no habría podido mandar el Ejército de los Andes porque era trigueño (medio oscurito) y vomitaba sangre por sus úlceras. El General Güemes, no habría podido salvar a la Patria porque era hemofílico, y el mismo Perón, no podría afiliarse por exceso de “perfil militar”. Claro, ninguno era ignorante y patotero como los “Pibes Libertarios”, ni se vestían de Robin con una capa amarilla.

Perdón, amigo Lector:

Pido humildes disculpas por esta diatriba bufa, pero hay dos formas de reclamar contra la estupidez y la soberbia: el enojo o la chanza. Prefiero ir por la segunda, que además nos mitiga la tristeza, la inmensa pena que nos da contemplar que la política y en ella nuestro destino esté en estas manos.

Debe preocuparnos que no hallemos en esta gente IDEAS sustentables, sino sólo parlamentos histriónicos, clichés vacíos, curitas y modos altisonantes. ¿Qué elementos intelectuales tiene esta gente para medirse con quienes pensamos en serio? O al menos lo intentamos.

¿Quiénes son para atribuirse el catalogar la calidad de las personas? ¿Qué conocimientos de la historia política de nuestro país tienen para sentirse próceres? Son apenas monigotes de boligoma.

Triste…, si, es muy triste el espectáculo que dan diciéndole al país que representan a Salta. Una tierra tan honorable, tan gloriosa, tan valerosa y como se ve, tan generosa.

Avísenme cuando La Libertad Avanza postule al perro Coco. Lo voy a votar. Me parece más sensato. –