POR: ERNESTO BISCEGLIA – www.ernestobisceglia.com.ar
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RESUMEN: En medio de una campaña nacionalizada y carente de ideas propias, Gustavo Sáenz aparece como el único dirigente que ha comprendido el sentido real de estas elecciones: defender los intereses de Salta por encima de los partidos. Mientras otros candidatos repiten consignas de Buenos Aires o viejos discursos sin destino, Sáenz plantea provincializar la agenda y pensar en el desarrollo local, desde la tecnología, la educación y la innovación. En un escenario de fracturas, la clave está en invertir en conocimiento y autonomía política. Porque el futuro de Salta no se promete: se piensa y se construye.

El Oficio del periodismo en materia de análisis es tratar de ser lo más objetivo posible frente a la realidad. Luego, para despejar dudas sobre nuestras opiniones, recordaremos que desde estas páginas fuimos los primeros en no aconsejar un tercer mandato de Sáenz, mientras nadie dijo nada. Asimismo, fuimos únicos en advertirle al gobierno provincial sobre quienes iban a traicionarlo en la campaña y que la clave comunicacional de la misma está mal encarada y los únicos en recalcar repetidamente que si el gobernador, Gustavo Sáenz, quiere “salvar la ropa” (y la tropa) en vista al 2025, tiene que cambiar inmediatamente a TODO el gabinete, así como las primeras y segundas líneas. Es más, quien escribe, se lo dijo personalmente.
Dicho esto, en ese mismo sentido de intento de análisis objetivo -repetimos-, también hemos de observar que el ÚNICO que está descifrando el sentido profundo de esta elección, es el gobernador, Gustavo Sáenz, quien ha señalado repetidamente que “esta no es una elección nacional. Aquí buscamos elegir representantes salteños que defiendan los intereses de Salta en el Congreso nacional”.
Los candidatos de la oposición tienen referencia nacional en sus discursos
El paradigma de este disloque comunicacional lo marca La Libertad Avanza, con su mascarón de proa, Emilia Orozco, candidata a la que supimos invitar a nuestro programa de televisión en aquellas épocas en que era una chica sencilla que prometía mucho en política. En nuestras columnas llegamos a decir incluso que podría ser una seria candidata a la gobernación del 2027. Pero evidentemente, la soberbia del cargo parece haberle estrujado aquella imagen para sacar a la luz a esta mujer irascible, iracunda, maltratadora de propios y ajenos y a quien no le hemos escuchado ni una palabra respecto de la defensa de Salta y sus intereses.
En efecto, frases como “Llenar de leones el Congreso”, un lugar que su presidente dijo que estaba “llenos de ratas”, nos hace pensar en alguna preocupación por la zoología más que por la política. Si analizamos el discurso de la Orozco, no hallaremos otras expresiones que una redundante referencia a “nuestro presidente Milei”. De hecho, ella y sus compañeros de bancada han votado cuanta barbaridad ha propuesto el Ejecutivo nacional.
Ha traído a “disertar” a Salta al ese energúmeno del “Gordo Dan” y su cáfila de petiteros con micrófono y discrimina a los periodistas locales según modas y modos. Esta chica está a un paso de convertirse en Luis XIV y decir “El Estado soy yo”. Bah… Milei, y por carácter transitivo ella y los violetas.
Regreso sin gloria
Los memoriosos recordarán que ése fue el título de una celebrada película con Jane Fonda y John Voigt, donde este último vuelve parapléjico de Vietnam y termina separándose de su mujer. Este es el caso de Juan Manuel Urtubey, que termina separándose de su “viejo amor” el peronismo, para convenir el contubernio con el kirchnerismo y tener un espacio que lo sostenga. Arregla sociedad con Emiliano Estrada, y el discurso oficial de “Juan”, es una frase repetitiva: “Tenemos que parar lo que está haciendo Milei”, o “Vuelvo para que paremos este desastre del gobierno nacional”.
Ninguna expresión de qué “vamos a hacer por Salta y para Salta” le hemos escuchado. Tal vez sea porque si no pudo hacerlo durante doce años, menos podrá hacer nada en cuatro y como legislador. Ahora, es curioso el comportamiento del pueblo; cuando Urtubey recorre el norte, la gente -pobrecita-, le dice “Menos mal que vuelve” y le cuentan que “No tenemos agua, ni pavimento, ni cloacas. Los chicos se muerten de desnutrición y sed”. Y el buen Juan, los abraza paternalmente mientras les compra un bollo y les promete lo que no les dio con la plata del Fondo de Reparación Histórica que sabrá Hernando de Lerma dónde fue a parar. Los pobres aquellos no tienen nada porque ese “Juan” que abrazan los dejó sin nada. En fin… Salta
De Salta ni a los premios
Como se observa, en ambos discursos, de LLA y de “Juan”, NINGUNO, dejó caer ni una idea sobre los temas que le importan a Salta en este momento como el Corredor Bioceánico, el Norte Grande, la posición de los comodities frente al Nuevo Orden Global, la necesidad de inversión en economía del conocimiento para desarrollar capital intelectual, innovación, educación y tecnología, en lugar de solo bienes físicos. No hemos escuchado de estos dos candidatos ninguna propuesta para el desarrollo de los Valles de Lerma y Calchaquí, el Chaco, etc.
En ese campo yermo de ideas, sólo de verso y denuncias, hay que decir que el único discurso que habló de provincializar la elección, de buscar legisladores que les interese SALTA, y que vayan a ser la voz de los intereses locales, es el gobernador Sáenz.
Ajustar la campaña
Pensamos, si, que la campaña del gobierno adolece de ajustes comunicacionales. Le falta -por decirlo de alguna manera-, más contacto con el Pueblo, más identificación. Menos porcentajes y frases políticamente correctas y más calor popular. El peronismo es folclórico, a los compañeros les gusta manosear al candidato (en el buen sentido, obvio), que tome mate con ellos, verlo que transpira bajo el sol, que se embarra en el mismo fango que ellos. Que cite a Perón y a Eva en sus discursos. Así son ellos…
Esta es una oportunidad histórica para Salta en una elección donde el gobierno nacional se fractura, se viene cayendo y que arrastrará a sus candidatos locales que no han sabido interpretar que deben pensar en los salteños. ¿Van a seguir votando todo lo que el presidente Milei ordene? ¿Cuándo van a plantar la bandera local?
En el caso de Urtubey, ¿qué va a ir a pelear de Salta si la desfalcó cuando fue gobernador? Si vuelve -según él- “para parar a Milei”. El presidente se está parando él solo.
Pensamos que es momento de levantar la bandera de Salta como cabeza de la Región NOA. De pensar en ideas innovadoras, de subirse al mundo de la tecnología.
Quizás por primera vez en mucho tiempo, la clave no está en gritar más fuerte sino en entender de qué se trata esta hora del país. Y si de regreso sin gloria se trata, que no sea el de Salta. Porque hay un gobernador que todavía cree que pensar en los salteños no es pasado, sino el único futuro posible. El problema es el equipo.
Si algo enseña esta coyuntura es que los pueblos que no invierten en su propio conocimiento político y económico quedan condenados a repetir sus fracasos. Sáenz parece haber comprendido que el futuro no se defiende desde los slogans ni desde la obediencia ciega a Buenos Aires, sino desde una idea clara: pensar Salta, hablar por Salta y decidir por Salta. –
