Pero, Manuel Belgrano… ¿Fue masón?
En ciertos círculos áulicos que solemos frecuentar, allí "Donde van los que tienen perdida la fe" y donde se tratan algunos asuntos que van desde "Cosas saludables a la Patria", como dirían los de la Generación del '37 hasta iniciativas heréticas y profanas, hubo de darse el debate sobre la pertenencia o no del General Manuel Belgrano a la Masonería, debate aún no resuelto sobre el que daremos algunas referencias de lo discutido.

SALTA – POR ERNESTO BISCEGLIA.- En nuestro Libro «Masones, liberales y jacobinos, la otra Guerra de Belgrano», que fuera generosamente premiado por el Instituto Belgraniano Nacional y que nuestro Querido Amigo, el Dr. Félix Luna tuviera la gentileza de prologar y venir a Salta a presentar, sostenemos categóricamente que el General Manuel Belgrano no fue masón. Nos basamos allí en expresiones textuales del propio Bartolomé Mitre, Ilustre Hermano de Grado 33, Gran Oriente argentino y traductor nada menos que de la Divina Comedia de Dante Alighieri, además de autor de la Biografía de Belgrano.
En efecto, dice Mitre, versando sobre la condición de Hermanos masones de Manuel Belgrano y del General José de San Martín, que «No eran masones en sentido estricto sino políticos profanos que utilizaban las formas y modos de la masonería para encubrir sus actividades militares y revolucionarias». Podríamos abonar esta línea de pensamiento también con opiniones de Alcibíades Lappas e incluso de Aníbal Roojter, quien en su fantástica obra «La Masonería en el mundo y en la Argentina» se pronuncia categóricamente en contra de la pertenencia de Belgrano a ninguna logia. Obviamente, Roojter es jesuita y fanático combatiente contra la masonería, imbuido de un carácter de Cruzado que se enerva ante la afirmación de Voltaire: ¡Ecrazez l’Infame! (¡Destruyan a la Infame! en referencia a la Iglesia Católica).
Pues aquí es donde comienzan justamente las disquisiciones sobre si Manuel Belgrano fue o no masón. Para cierto sector de la historiografía sì existen evidencias de que Belgrano fue masón y de que efectivamente estuvo involucrado en sociedades secretas y logias de tal carácter.
Según algunos autores, Manuel Belgrano se habría unido a la Logia Lautaro que fundó José de San Martín a su arribo a Buenos Aires en 1812 junto con los hermanos salteños Moldes y Gurruchaga, Logia que efectivamente tenía un contenido masónico inhalado -por decirlo así- en la propia Londres. Un desprendimiento de la Logia «Los Caballeros Racionales» que comandaba el patriota venezolano, Francisco de Miranda. Si vamos por el camino de las conjeturas y dado el papel central de Belgrano en los acontecimientos posteriores a Mayo de 1810 es coherente pensar que efectivamente hubiera formado entre aquellos logiados. En este punto, pues, una pregunta acomete inmediatamente ¿Cómo un hombre de libros, con una muy escasa formación militar terminó de golpe al frente de los primeros Ejércitos de la Patria? Primero al frente de la Campaña al Paraguay y luego al frente del Ejército del Norte, de no ser por una fuerza muy importante dentro del movimiento alcista de Mayo de 1810.
Pero la pregunta que hoy, luego de algún par de décadas -o más- de presentado nuestro Libro citado «ut supra», nos hacemos es si verdaderamente existen pruebas, evidencias de la pertenencia de Manuel Belgrano a la masonería, pues «a priori» nuestra hipótesis inicial de trabajo ya estaría superada por nuevos estudios de las últimas décadas.
En ese orden de cosas, diremos que entre las supuestas pruebas de la pertenencia de Belgrano a la Masonería se cuenta una carta enviada el 23 de agosto de 1816 por el General San Martín en la que se dirige a Manuel Belgrano como «Venerable Hermano», una misiva que testimonia la relación cercana y respetuosa que existía entre ambos. Allí, San Martín elogia los esfuerzos y la valentía de Belgrano en la lucha por la Independencia y expresa su admiración y respeto hacia él. El término «venerable hermano» es un saludo masónico que se utilizaba entre los miembros de las Logias, lo que sugiere, tambièn «a priori», que ambos podrían haber compartido una afiliación masónica.
Luego, en el Museo Masónico «General Manuel Belgrano», en Buenos Aires se halla un Registro de la Logia Lautaro que consignaría el nombre del Creador de la Bandera como miembro. El famoso periodista y escritor, Florencio Varela (Buenos Aires 1807 – Montevideo 1848), menciona en su «Biografía del General Belgrano» que el Prócer efectivamente fue masón.
Otro dato que se menciona como posible prueba de la pertenencia masónica de Belgrano es el diseño del Escudo que Belgrano realizó y en el cual se incluye una divisa masónica con el lema «En Unión y Libertad». Ahora bien, esto es un tanto subjetivo ya que Belgrano tenía una fuerte impronta de las ideas de la Revolución Francesa y su simbología libertaria y claro está que la actividad carbonaria de la Francia de aquella época era vivamente inspirada por la masonería.
Estas evidencias, combinadas con testimonios y registros históricos, han llevado a la mayoría de los historiadores a concluir que Manuel Belgrano fue masón. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la masonería era una sociedad discreta y no siempre se dejaban registros públicos de la membresía. Por lo tanto, algunas fuentes pueden ser indirectas o fragmentarias, y existen debates y discrepancias en cuanto a la extensión y la influencia de la masonería en la vida de Belgrano.
La cuestión de por qué Manuel Belgrano no fue excomulgado a pesar de su afiliación masónica es objeto de debate e interpretación. Sin embargo, existen varias posibles razones para esto:
Por una parte contaba la situación política en cuyo marco la posición de la Iglesia Católica no había quedado muy bien parada y por lo tanto su autoridad -y prudencia- le hubiera impedido proceder a excomulgar nada menos que a personajes de la talla de San Martín o Belgrano por las consecuencias políticas que podría traer tal decisión.
Esa coyuntura histórica tan compleja generaba cierta ambigüedad y tolerancia. Pensemos que durante ese período, las relaciones entre la Iglesia Católica y la Masonería eran difíciles y variaban en diferentes regiones y momentos históricos. En algunos casos, hubo cierta tolerancia o incluso ambigüedad por parte de la Iglesia hacia la Masonería. Es posible que algunos miembros del clero no consideraran a la Masonería como una amenaza directa o no viesen la necesidad de una acción excomulgatoria. También, habría que considerar que algunos prominentes miembros del alto clero revestían carácter de masones, o al menos, tenían gran afinidad con esos Hermanos.
Por otro lado, la particular situación socio política en América hacia que la pertenencia a la Masonería no fuera un delito o una herejía en el sentido religioso. Ser masón no representaba ser directamente anticlerical; además, que por otro lado, la libertad de pensamiento de los masones no los llevaba a combatir a los dogmas religiosos sino a tener frente a ellos una actitud de tolerancia y respeto. De allí entonces que los prohombres de la Revolución no merecieran la excomunión.
Manuel Belgrano y la Logia «Libertad» de Tucumán
Las versiones sostienen que durante su estancia en Tucumán, Belgrano habría fundado la Logia «Libertad», que tuvo un papel destacado en los hechos que llevaron a la Independencia. Habría sido fundada -decimos- por Belgrano en 1812, año en que el General llega al norte para asumir el mando del Ejército.
Asiste cierta lógica a la aparición de esta Logia ya que habría sido el cenáculo donde se discutían las ideas políticas, se promovía la Independencia y se debatía sobre la forma de gobierno más adecuada para estas tierras. Recordemos que en la Sesión secreta del día 6 de Julio de 1816 -tres días antes de la Declaración de la Independencia-, Belgrano se hallaba en Tucumán y propone ese día la forma de gobierno basada en una monarquía atemperada en base al descendiente de los Incas. Posteriores conflictos internos llevaron a la disolución de la Logia en 1820, año en que fallece Manuel Belgrano.
Dice un autor que «La Logia Libertad de Tucumán es considerada parte del legado masónico en Argentina y su participación en los eventos históricos de la Independencia ha sido objeto de estudio y análisis en la historiografía argentina.»
En rigor, no hemos encontrado pruebas concluyentes que respalden la afirmación de que Belgrano fue uno de los fundadores de la Logia Libertad en Tucumán. No hay documentos o registros históricos claros que respalden esta afirmación, y algunas fuentes primarias de la época no mencionan directamente la participación de Belgrano en la fundación de la dicha logia, tal como lo expresáramos en su momento en nuestro Libro.
En resumen, no se puede oponer como supuesta prueba el carácter religioso de Manuel Belgrano como argumento para decir que no fue masón, ya que tanto Belgrano como San Martín y la mayoría de los Próceres más ilustrados fueron cristianos de fe pero anticlericales.
En una carta, el General San Martín con sorna dice «¿Para qué se afanan en un arreglo con la Santa Sede si con un millón de pesos hubieran arreglado todo. Además, sabe Usted que por mi conocimiento de latín bien podría calzarme la mitra del obispado de Buenos Aires». Mientras tanto, el General Belgrano -recordemos- apenas llegar a Salta en 1812 no tuvo reparos en destituir y mandar preso a Buenos Aires al primer Obispo de Salta, el Dr. Nicolás Videla del Pino. Estas actitudes hablan de que para estos hombres la Patria era el Bien supremo y nada, ni siquiera la jerarquía eclesiástica y todo su poder de la época podía hacerlo dubitar en sus propósitos.
El debate continúa abierto, pero en el caso del General Manuel Belgrano y su pertenencia a la Masonería, diremos aquella frase que figura en alguna crónica donde se habla de cierto personaje y que dice: «Si no fue masón, por sus méritos le habría correspondido serlo».-