Hacia la desaparición de los gremios y el debilitamiento de los gobierno locales: ADP, SADOP y de demás son legales pero cada vez menos legítimos
Los gremios, como organizaciones que representan y defienden los intereses de un grupo específico de trabajadores, han sido una parte importante de la historia laboral en la Argentina. Sin embargo, los cambios en el entorno laboral y las dinámicas socioeconómicas pueden influir en la relevancia y el papel de los gremios en la sociedad provocando que pierdan su influencia gradualmente a causa de la poca visión de sus dirigentes para adaptarse y evolucionar hacia los desafíos y necesidades del mundo laboral del siglo XXI. No vivimos una época de cambios sino un cambio de época.

SALTA – POR ERNESTO BISCEGLIA.- Las últimas elecciones en Salta expresan que la sociedad ha cambiado mostrando un alejamiento de los ciudadanos de las instituciones que hasta hace poco tiempo los representaban. Preocupante resultan los resultados electorales donde sobre todo en las intendencias donde se observan triunfos pírricos, con porcentajes que revelan que los verdaderos ganadores son el voto en blanco y la abstención. Tenemos pues, gobiernos locales legales pero no legítimos.
Es bueno que esto ocurra porque demuestra a pesar de la dispersión de ideas que hay una maduración colectiva que debiera hacer pensar a la dirigencia de todos los sectores que el tiempo de los arreglos de cúpulas va finalizando, si no ha finalizado ya. Esa práctica de «Yo arreglo todo con unos pocos» ya toca a su fin a la vez que aumenta la demanda y la presión de grupos sociales que se revelan ante el sistema.
Es una época de transformaciones profundas, donde aquellas ideas heredadas de la Modernidad que modelaron a nuestras sociedades y que ya se habían flexibilizado durante la llamada Posmodernidad hoy se han volatilizado generando que las estructuras sociales se vuelvan inestables.
Conceptos sólidos como la Soberanía fueron literalmente avasallados por instituciones como el FMI, el Banco Mundial o la Organización Mundial de la Salud que determinan parámetros políticos dentro de otros países superando a la letra misma de las constituciones. La familia, otrora célula fundacional de la sociedad ya no es tal y ese concepto ha virado hacia acepciones como «familia monogámica», «unipersonal», etc.. La Patria es cada vez más un vocablo de tono romántico ¿Qué joven iría a ofrecer hoy su vida por la Patria en la Argentina? Incluso Dios es una idea cada vez más vagabunda en las mentes de los más jóvenes lo cual ha hecho perder sustento a las estructuras religiosas tradicionales. El Estado es todavía una construcción jurídica sólida pero que se viene carcomiendo desde dentro, precisamente, cuando las instituciones sociales y políticas se van deslegitimando por la apatía del ciudadano ante la falta de representación de las mismas.
Se advierte entonces una flexibilización de las estructuras sociales que lleva a un cada vez más creciente individualismo debilitando los lazos comunitarios. Esta situación provoca una sensación de inseguridad ante la precarización laboral y la inseguridad jurídica: Hoy se sanciona y una ley y mañana se la veta, por ejemplo.
La caída del Sistema
Ahora, ¿Por qué los gremios han perdido representatividad y van camino a perderla aún más? Porque no reflejan adecuadamente la diversidad y las voces de los afiliados a los que sirven o debieran servir. De allí que se produzca este efecto de migración de asociados hacia otros tipos de asociaciones donde es más importante la identificación empática con una causa que fortalece un «espíritu de cuerpo» que la organización sindical en sí; un problema que ya está alcanzando a las estructuras gubernamentales.
En Salta, el caso de ese sector autodenominado «Autoconvocados» es un ejemplo interesante de analizar y un severo llamado de atención, un síntoma elocuente de que algo diferente está pasando y esto se da porque ha ocurrido una falta de conexión y una pérdida de confianza en esas instituciones.
Al no existir organización legal entre estos «Autoconvocados» sus hechos son anárquicos y entonces se convierten en noticia cuyos efectos multiplican los medios de comunicación. Porque para un medio de prensa tiene más impacto cubrir un corte de ruta y sus consecuencias que una aburrida reunión de ministros con sindicalistas que ya no representan a la masa. El resultado es obvio: se fortalece al grupo rebelde.
Estos grupos rebeldes y sus acciones despiertan al público de su apatía y desconfianza y lógicamente, la masa tiende a simpatizar siempre con el más débil. La ausencia de políticas o programas adecuados para contener a estos grupos que practican de facto una «participación ciudadana» es otro argumento que los fortalece en detrimento del sistema tradicional.
La era de las Revoluciones ha finalizado
Con acierto afirma Alejandro Jodorowsky que : «Hay que repensar todas las categorías, y estructuras establecidas en la sociedad, desde las convenciones culturales y las normas sociales hasta las estructuras de poder y las instituciones establecidas.». Esto algo que precisamente en Salta no se hace y se está muy lejos de hacer. La herencia del modelo hispánico conservador es muy fuerte en los anillos superiores del poder que se mantiene en la ceguera de pensar que son el «Alfa y la Omega» de la cuestión social y los hechos demuestran que ese modelo ha fenecido y se lo mantiene de forma artificial.
La prueba más contundente de lo afirmado anteriormente es que el fenómeno «Autoconvocado» no es nuevo, ya le supo torcer el brazo al gobierno de Juan Manuel Urtubey y ahora, el ofrecimiento que hizo el gobierno a los docentes no se los hizo a los gremios tradicionales ¡Sino a los «Autoconvocados»!
Organizaciones como la Agremiación Docente Provincial, el SADOP y los otros gremios que participan de las reuniones formales sólo han mirado el devenir del proceso, incluso la Iglesia Católica ha llegado tarde al problema con un documento lánguido de exhortación al diálogo publicado tarde y sin efecto alguno. Como se diría en vero criollo «Aunque se rasquen con un marlo» esta es la realidad.
La Salta tradicional que fuera el bastión incólume de las tradiciones es un recuerdo bucólico de un cada vez más pequeño grupo de capitostes. Esa Salta ha sido alcanzada ya por los efectos del cambio global, de la Cuarta Revolución Industrial y sus consecuencias sociales. Que la dirigencia no quiera verlo o no conozca lo que está ocurriendo es otra cosa. Esa miopía tecnológica traerá otros varios problemas que se podrían evitar.
La falta de representación en las instituciones es un desafío complejo y multidimensional, pero es esencial para promover una sociedad más equitativa y democrática que se refleje en las decisiones y políticas que afectan a todos los miembros de la sociedad.
La Re-evoluciòn ya está entre nosotros, en la mano de cada uno a través del celular. O se adaptan al cambio de época o esa ola se llevará a todos.
Cabe aquí decir aquello que está en el escudo de un país vecino porque estos cambios se han entender «Por la razón o por la fuerza».-