La Caldera: De los creadores de “Vamos a la playa”, llega ahora “¡Vení que te inflo!”

POR EL DR. BARTOLOMÉ BASURTO.- Lugares mágicos y pluridiversos como La Caldera se hallan pocos, donde la madre natura todavía refulge en indolentes tintas verdes confudiéndose con drapeados azules y celestes de un cielo que da marco a un sitio ciertamente extraordinario.

Lamentablemente, hemos de concluir que tal vastedad de oportunidades con que el Creador ha regado a esta región, ha sido mezquina en cambio en cuanto al abono de la corteza encefálica de quienes gobiernan tal Municipio, ya que a tres años y piquito de supuesto gobierno, en La Caldera no se ha aprovechado tan portentosos recursos para el crecimiento. Como en el Viejo Oeste, ese poblado permanece detenido en el tiempo.

Injustos seríamos si no reconociéramos que se han hecho esfuerzos por ganar notoriedad, por supuesto. Recordemos aquella empresa de pintar el Cristo, obra ejemplar del tucumano Iramain de un blanco mate, que le diera al pétreo Hijo de Dios en lugar de una toga una solera. El intento creativo se justificó en la necesidad de tener fondo para reflejar un “Mapping” de contenido folclórico a fin de que el municipio participara en un concurso cuyo premio mayor estaba dotado de $ 120.000 (Si, Pesos Ciento Veinte Mil), con los cuales se harían arreglos en el entorno del Cristo, obviamente, comenzando por despintarlo para volver a pintarlo.

Alguna ex funcionaria que viera con agrado el adefesio logrado, en un éxtasis –o con éxtasis, no sabemos-, llegó a decir “¡Estamos a la altura de Río de Janeiro!”… Como sea, el municipio de La Caldera obtuvo en aquella oportunidad un premio consuelo consistente en entradas gratuitas para llevar caldereños a los museos, cosa que jamás supimos si se realizó. Lenguas viperinas sugirieron que nunca hubo visitas porque temían en los museos alguna intervención al estilo de la hecha en el Cristo. Dicen que la tumba de Iramain fue hallada toda revuelta por aquellos días.

Pero la vertiginosa capacidad creativa de las autoridades municipales caldereñas no cesó allí y en el afán de parecerse no a Río de Janeiro sino quizás a algún lugar de la Costa Azul francesa, concibieron la idea de inaugurar una “Playa de Beach Voley”. Y allá fueron con los camiones de arena, la red y una pelota. Inauguración como pocas aquella, con banderas ceremoniales, ambón, discurso e Himno, todos con las patitas en la arena. No sabemos cuántos partidos llegaron a jugarse allí porque una pronta e inoportuna tormenta se llevó la arena y la playa a los caños.

¡Pero ahora viene lo mejor! Siempre pensando en el bienestar y la salud del caldereño y sus visitantes, se acaban de inaugurar TRES “Estaciones ciclísticas” destinadas a los pedaleros que desafiando los agujeros de la Ruta 9, los equinos cimarrones que vagan por el camino, los derrumbes de cerro producto de construcciones no habilitadas y la falta de señalización deciden practicar Turismo de Aventura en un velocípedo.

Mientras vemos plazas sustentables donde se puede conseguir agua caliente para “un yerbeado” provista por un panel y un termotanque solar, en La Caldera, el ingenio consiste en disponer «estratégicamente»  infladores de pie. Alguien debe estar confundiendo “yerbeado” con “yerba”, que no es lo mismo, claro.

Así las cosas, en La Caldera no se privan a la hora de derrochar ingenio y quedamos expectantes a saber cuál será la próxima inauguración que sacuda al mundo de ciencia. Lástima que el Ovnipuerto ya fue inventado en Cachi sino veríamos inaugurar algún hemiciclo, onda “Encuentros cercanos del Tercer Tipo”…, aunque seguramente, cuando la NASA investigara a quienes gobiernan en La Caldera, prohibiría tal evento para evitar una segura “Guerra de los Mundos”.-